AL ANDALUS
+ ABDERRAMÁN o ABD AL-RAHMAN I (Damasco 731 – Córdoba 788). Emir de Córdoba y miembro de
la familia Omeya. Se libró de la matanza de los suyos tramada por los abasíes.
Huyó al norte de África y luego a la Península Ibérica, donde se autoproclamó
emir en 756 y estableció su capital en Córdoba. Organizó un poderoso ejército
que hizo frente a las revueltas internas y a los reinos cristianos, aunque no
pudo impedir el fortalecimiento de éstos. Desarrolló una valiosa actividad
constructiva en la que destacó la mezquita de Córdoba.
+ ABDERRAMÁN o ABD AL-RAHMAN III
(Córdoba 891 – 961). Primer califa de
Córdoba. Acabó con la anarquía interna y, rompió los últimos lazos con el
Califato Abasí de Bagdad al autoproclamarse califa en 929. Obligó a los reinos
cristianos a pagarle tributo (“parias”) y extendió su poder al Norte de África.
En su época Córdoba se convirtió en la ciudad más importante del Occidente
europeo. Al-Andalus vivió una etapa de estabilidad política y territorial, así
como inició un periodo de esplendor cultural y artístico.
+ ALMANZOR (Torrox, Málaga 940 – Medinaceli 1002). Jefe militar y
político hispanomusulmán. Colaboró con Alhakem II y fue nombrado primer
ministro de Hixem II en 976. Hizo construir el palacio de Medina Azahara en las
afueras de Córdoba, gobernando como un auténtico soberano de al-Andalus. En
política interior redujo los privilegios de la nobleza, reorganizó el ejército
y fomentó el comercio. Organizó expediciones (“razias”) contra los reinos
cristianos y entró victorioso en Barcelona (985), León (988) y Santiago de
Compostela (997). Según los cronistas cristianos fue herido de muerte en la
batalla de Calatañazor, cuando volvía de guerrear en La Rioja. A su muerte
comenzó la crisis del Califato y su posterior fragmentación.
REINOS CRISTIANOS
+ FERNÁN GONZÁLEZ (¿ - Burgos 970) Conde de Castilla (h. 930 –
970). Conde de Lara en el año 929, impuso su hegemonía sobre el conjunto de
condados castellanos. Aprovechó con habilidad las luchas dinásticas desatadas
en el reino de León a la muerte de Ramiro II (951) para ampliar sus dominios y
obtener la independencia del condado de Castilla respecto al reino leonés, que
se haría efectiva en sus sucesores.
+ SANCHO III el Mayor (¿h. 992-¿1035). Rey de Pamplona y conde de
Aragón (1000-1035), conde de Sobrarbe-Ribagorza (h. 1018-35) y conde de
Castilla (1029-35). Hijo y sucesor de García III Sánchez, bajo su reinado el
reino de Pamplona alcanzó su máxima extensión, llegando a dominar las dos
vertientes del Pirineo. Dividió sus reinos entre su hijos, dejando Pamplona a
García, su primogénito, Castilla a Fernando, Sobrarbe y Ribagorza a Gonzalo y
Aragón a Ramiro, su hijo bastardo.
+ ALFONSO VI el Bravo (1049?- 1109, Toledo). Rey de León
(1065-1109) y de Castilla (1072-1109). Heredó el reino de León de su padre
Fernando I, y tras la muerte violenta de su hermano Sancho, el reino de
Castilla. Para prestarle vasallaje, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, le exigió en
Santa Gadea (Burgos) el juramento solemne de no haber tenido parte en el
asesinato de su hermano. Las conquistas del Cid contribuyeron a extender las
fronteras del reino. Alfonso VI exigió a los reyes taifas musulmanes el pago
anual de parias, tributos a cambio de respeto a sus fronteras. Conquistó Toledo
en 1085, siendo derrotado por los almorávides en las batallas de Sagrajas
(1086) y Uclés (1108).
+ ALFONSO I el Batallador (¿h. 1073- 1134 Poleñino, Huesca). Rey de
Aragón y Navarra (1104-1134). Se casó con doña Urraca, heredera del reino de
Castilla y León, realizando así la unión temporal de sus respectivos reinos.
Cuando Urraca legó el reino de Castilla y León a su hijo Alfonso VII, fruto de
su anterior matrimonio con el conde Raimundo de Borgoña, el Batallador se
retiró a su propio reino, para dedicarse enteramente a la tarea de la
Reconquista e incorporó a su Corona la mayor parte del valle del Ebro. En 1118
conquistó Zaragoza y fijó allí su Corte. Al morir sin herederos, se separaron
los reinos de Aragón y Navarra.
+ JAIME I el Conquistador (Montpellier 1208 – Valencia
1276). Conde de Barcelona y rey de
Aragón (1213 – 1276), rey de Mallorca (1229-1276) y de Valencia (1239 – 1276).
Hijo y sucesor de Pedro II, durante su minoría de edad el reino se vio sumido
en luchas nobiliarias. Tras asumir el gobierno en 1218, comenzó una política de
expansión territorial con el apoyo de la burguesía comerciante de Barcelona,
conquistando Mallorca en 1229, Menorca se declaró tributaria en 1231 e Ibiza
quedó incorporada a la Corona en 1235. Posteriormente, acometió la conquista de
Valencia, terminada en 1245. Un año antes había establecido por el tratado de
Almizra un acuerdo con Castilla sobre las zonas de influencia de ambos reinos. En 1266, a petición de su yerno Alfonso X el Sabio,
conquistó Murcia y luego la entregó a Castilla. Impulsó las actividades
comerciales y dotó a sus reinos de instituciones políticas y administrativas.
Al final de su reinado estallaron nuevamente luchas nobiliarias a causa de su
deseo de repartir el reino entre sus hijos.
+ FERNANDO III el Santo (Valparaíso, Zamora 1201 – Sevilla
1252) Rey de Castilla (1217 – 1252) y de León (1230 – 1252). Hijo de Alfonso IX
de León y de Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla, recibió la herencia
de Castilla a la muerte de Enrique I (1217). Su reinado estuvo consagrado a la
tarea reconquistadora, aprovechando la desunión de los almohades. Reunió los
reinos de Castilla y León al ocupar el trono de este último en 1230, a la
muerte de su padre. Conquistó a los musulmanes Úbeda (1233), Córdoba (1236),
Jaén (1246) y culminó su reinado con la toma de Sevilla en 1248. Fue canonizado
en 1671.
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